“3 de mayo en Madrid”, obra en la que representa la matanza de españoles por soldados franceses al pie de la montaña del Príncipe Pío. La expresividad de los personajes hace que la pintura cumpla su función de denunciar el horror y la crueldad de hechos como estos. Los ejecutados constituyen una verdadera galería de retratos del miedo. Cada personaje enfrenta la muerte a su manera: uno se tapa el rostro porque no puede soportarlo y el otro abre sus brazos ofreciendo su pecho a las balas. Éste personaje es terriblemente dramático, puesto que mira directamente a los soldados, y su camisa blanca constituye un foco de luz, como llamando la atención de la muerte y también de los espectadores. A sus pies, los cuerpos de los ajusticiados caen en desorden. Detrás, otros sentenciados aguardan su turno para ser fusilados. Los soldados franceses que van a ejecutar a los patriotas aparecen de espaldas: es la manera en que Goya les resta importancia, dando a entender que son sólo verdugos anónimos cumpliendo una orden.
“Este cuadro recuerdo que lo he visto en alguna oportunidad. Para mi representa la lucha de un pueblo oprimido contra sus opresores, en este caso son los conquistadores franceses, quienes toman a uno del pueblo y lo fusilan en señal de poder frente al pueblo”. Jaime Toro Ponce, administrador de un edificio.