AUTORRETRATO

SOBRE LA OBRA

Jean-Michel Basquiat, es el artista audiovisual afrodescendiente más exitoso de la historia, logrando compartir en su corta vida con grandes artista de la época, principalmente con su mentor Andy Warhol quien lo invita a pasar del arte callejero en calles, puentes, túneles, etc., a realizar muestras de sus piezas de arte en salones y exposiciones en salas de artes de la ciudad, logrando más de 40 exposiciones personales y más de 100 colectivas, llevando entonces el arte callejero, mezclado con tendencias artísticas como el Expresionismo Abstracto o los trazos gestuales de Franz Kline, entre otros, desarrollando entonces un gran dominio del Grafismo expresivamente gestual.

Los autorretratos en Basquiat eran bastante recurrentes, en esta versión vemos la realidad fragmentada y múltiple. Vemos los trazos espontáneos, la imagen infantil del cuerpo que se encuentra en el centro en forma de cruz, en un desequilibrio de tamaño entre la cabeza aumentada y un cuerpo más reducido. Se observa también el goteo y los trazos desordenados, en todas direcciones del artista, recordando también la rapidez e ingenuidad con la cual él pintaba, recordando a las primeras obras de este artista, donde normalmente evocaba a sus orígenes haitiano y puertorriqueño. Es una de las obras más densas del artista, por el contraste de colores y la agresividad del personaje en el centro con sus pelos electrizados y mostrando los dientes.