En “Los Placeres del Ocio”, Léger concibe a la pintura como una batalla de masas y sus cuadros presentan un lenguaje particular que articula la mezcla de colores puros y brillantes como el azul, rojo, verde y amarillo. En consonancia con sus preocupaciones del momento, el artista quiere marcar su retorno a la sencillez con un arte directo y desprovisto de sutilezas, comprensible para todos. La inscripción que porta la mujer recostada se refiere al pintor Neoclásico Jacques-Louis David, de quien siempre admiró la nitidez de sus figuras, su “sequedad”, en palabras del propio Léger.

“La pintura me pareció muy bella, los colores son bastante iluminados y bien definidos, me hace trasladarme y recordar las películas de los años 40 y 50, tiene ese toque surrealista y divertido a la vez. Los personajes de esta pintura parecen tener vida e invitan a disfrutar de ella”. Koopel Otterstein, funcionario de la ONU y encargado de Infocentro de la Injuv de Villa Alemana.