¿Qué es eso que se ve por allá? Es… ¡un tigre! ¡Sorprendido! Ese es el título de esta obra, que también es conocida como Tormenta tropical con un tigre. Cuando estamos frente a la pintura, es posible que veamos una selva, pero su autor probablemente nunca vio una. Rousseau decía que se había inspirado en un viaje que hizo a México, aunque se cree que pudo ser mentira, y que ¡Sorprendido! junto con otras obras, habían sido inspiración de sus visitas al jardín botánico de París.

Rousseau fue integrante del arte naíf. Quienes pertenecían a este movimiento, les catalogaron como personas ingenuas y espontáneas. Sus pinturas, como vemos en la imagen, se caracterizaban por ocupar colores brillantes y figuras un poco antinaturales.

“Me parece bastante atractivo este cuadro por sus colores, le dan vida a la imagen y logran crear un efecto de movimiento a los árboles que se ven, lo que me transporta mentalmente a aquel lugar”. Edith Pacheco, guardia del museo.