Von Werefkin es una de las grandes representantes del movimiento “Expresionista”, nació en una familia de la nobleza rusa, hija del Comandante de Regimiento de Ekaterimburgoon y una madre muy interesada en las bellas artes, su acercamiento hacia la pintura fue impulsada por ella y reforzada por grandes maestros. Estudió en la Escuela de Arte de Moscú y más tarde fue alumna particular de Ilyá Repin, uno de los más destacados pintores realistas ruso de la época, en la ciudad de San Petersburgo.

Durante sus estudios junto al pintor, experimenta con la pintura y el dibujo, destacándose en el realismo y el uso de veladuras y transparencias dentro de una paleta oscura, muy influenciada por Repin, recibiendo muy buenas críticas respecto a sus obras. Pero debido a un accidente cazando, sufre una deformación en su mano derecha (mano con la cual pintaba), alejándola durante más de diez años de la pintura. Es en ese tiempo que decide centrarse e impulsar la carrera artística de jóvenes artistas, sobre todo de Von Jawlensky, (con quien mantendrá una relación amorosa por varios años y originarán proyectos artísticos), tratando de influir sus ideas artísticas en el trabajo de otros, ya que no podía pintar.

En 1896 se traslada a Múnich, crea un centro cultural donde diversos artistas (pintores, músicos, escritores, entre otros) se reunían a conversar y debatir sobre arte y cultura. Es aquí donde conoce a Franz Marc, Wassilly Kandinsky y a Gabrielle Münter, con quienes formaría el grupo expresionista Der Blaue Reiter (El Jinete Azul)

En “Autorretrato” observamos una pintura de expresión fuerte y un trabajo de colores explosivos y vibrantes muy audaces (cercana a la pintura nabi y fauvista). Es conocida esta obra por ser uno de los autorretratos femeninos más inusuales dentro de la historia del arte, esto por su forma de trabajar la paleta de colores, las pinceladas ondulantes y el detalle gestual muy duro de su mirada.

En una época de grandes revoluciones en el mundo artístico, donde la innovación y la osadía del arte no iban de la mano de los pensamientos de la sociedad, Von Werefkin consideraba que la mujer debe ser quien acerque el arte a las personas a través de la voz. Como ella misma expresó, “Este es el papel de la mujer. Ella existe para ser portavoz de las nuevas ideas, sobre todo en el arte, para explicar el genio a la masa”.

Durante su vida, fue impulsadora en crear centros artísticos, en 1891 creo La Asociación de Artistas de San Petersburgo, en 1909 la Nueva Asociación Artística de Múnich y en 1924 en Suiza, funda el grupo “Osa Mayor”.